miércoles, 26 de noviembre de 2014

Way of the Samurai 3 (26_11_2014)

 

 



Transcurre en el periodo Sengoku. La historia ocurre en Amana, un territorio gobernado por un señor fudal, Fujimori Shuzen, que derrocó a su superior, Lord Sakurai, y se conviertió en el nuevo gobernador. El clan Fujimori es una fuerza emergente en Amana y tiene muchos enemigos en estas tierras. Para proteger su dominio, explotan a los agricultores y campesinos e imponen altos impuestossobre ellos para aumentar su poder. Debido a esto, la gente en Amana están empezando a sentirse descontentos con el Clan Fujimori.

Hay 3 facciones en Amana: Clan Fujimori, Clan Ouka, y campesinos de Takatane. El clan Ouka está formado por vasallos del clan Sakurai y gente que desea poder. Quieren acabar con el clan Fujimori. Los campesinos de Takatane son gente pacífica que solo desea paz.

 

 

 


Acciones iniciales:  

Al comienzo de la partida, el juego sólo cuenta con campaña individual, podemos escoger el aspecto de nuestro personaje y algunos detalles. En este sentido el videojuego es tan limitado como en el resto de sus aspectos, y apenas contamos con un puñado de cabezas y ropajes predefinidos entre otros detalles menores que editar.


 

 

Acciones de progreso:
 
A nivel jugable estamos ante un sandbox “a la japonesa”, y es que el juego es bastante similar a la saga Yakuza, aunque aquí disponemos de una mayor libertad de acción (por ejemplo, podemos atacar a cualquier persona, incluso a las que nos guardan la partida). En este título el combate tiene un papel muy importante, aunque no está exento de fallos (el sistema es algo tosco y cuesta un poco, sobretodo al principio). Aún así, probablemente es la parte más divertida y es que tendremos a nuestra disposición multitud de armas (espadas y lanzas que podemos construir llevandole las piezas a los herreros, comprándolas o robándoselas a los enemigos caídos) posiciones que permiten diferentes combos.

 


  



Acciones finales: 

A medida que vayamos conociendo personajes, éstos nos otorgarán misiones de todo tipo que servirán para conocer nuevos escenarios, encontrarnos a su vez con otros personajes y, como no, ser recompensados por nuestras acciones. Las misiones son bastante repetitivas -recoger un objeto determinado, acabar con uno o varios enemigos, etcétera- en el juego nos permite tener más de un trabajo a la vez, lo que nos obligará a terminar una misión antes de comenzar otra. Por suerte, el grado de libertad no termina ahí, ya que existen tres clanes muy poderosos que intentan conquistar todo el territorio japonés, y nosotros podremos decidir si entrar en uno para realizar un buen papel como samurai, entrar en el contrario o entrar a los dos y aniquilar a todo ser viviente para convertirnos en el único amo y señor de Japón.








Acciones sistemáticas:
   
Cada elección que hagamos en el juego acarrea su propia consecuencia, y esto se verá reflejado en uno de los 20 finales distintos que tiene el videojuego, en el caso que tengamos la paciencia para terminarlo.

 

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